martes, 9 de diciembre de 2014

Nos gozamos la Filven




 
PALABREO. Por: Pedro Salima
Bien por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura y su equipo en Nueva Esparta.

5 Dic, 2014 | Cuando en la tarde del viernes 28 de noviembre, la gente se fue deteniendo en la plaza Bolívar de Porlamar para ver el espectáculo brindado por un grupo de jóvenes artistas del llamado Arte Urbano, con expresiones del Hip Hop y del breack dance, justo cerca de donde se realizaba la expoventa de libros de la Feria Internacional del Libro (Filven), capítulo Nueva Esparta, sentimos que gozábamos el momento en un ambiente de amplias libertades, de respeto a la diversidad cultural, de pensamiento plural, en medio de la más absoluta tolerancia. Los muchachos se presentaban luego de disfrutar de un grupo de música tradicional, antes de otro colectivo de música instrumental y de una demostración de danza aérea, también contemporánea y vanguardista. Era pues la democracia participativa, el protagonismo de todos, el abrazo de generaciones y estilos, sin segundas intenciones.

Mientras el gozo era colectivo en la plaza, un grupo de personas recogían firmas contra la "dictadura", el "pensamiento único" y la "falta de libertades". Lo hacían como autómatas, cumpliendo una tarea, sin el tacto básico para darse cuenta de la realidad que palpitaba a su lado, que les decía con la práctica otra vaina.

Me he referido al viernes, pero este jolgorio, este disfrute colectivo, fue desde el jueves hasta el sábado. Tres días de pluriculturalidad, participación, ejercicio pleno de las libertades garantizadas por un proceso democrático e incluyente; que tuvo muchas expresiones, entre las cuales podemos sumar la presentación del libro "Campomar, la dignidad de un pueblo", con presencia de varios habitantes de esta combativa comunidad, quienes reconocieron que habían vivido invisibilizados, además de tratados como delincuentes, hasta la llegada del comandante Hugo Chávez Frías a la Presidencia.

De allí que el goce de la Filven también fue una especie de reencuentro con los bueno, lo positivo, lo humano del gobierno bolivariano, con cuya práctica actual mantenemos diferencias y la hemos señalado con el mayor espíritu crítico, en función de contribuir a superar fallas y desatinos.

La Filven también fue espacio para nuestras poetas y nuestros poetas, para que sus voces llenas de vida, vivencias e imágenes resonaran en los espacios del Museo de Arte Contemporáneo Francisco Narváez, institución que el domingo estuvo cumpliendo 35 años. También el teatro, los cuentacuentos, los jóvenes y sus reflexiones, los creadores audiovisuales, los títeres formaron parte de esta fiesta del libro y la lectura, una feria que precisamente nos hizo un llamado a "Leer en común", que es unir nuestros saberes, experiencias, asombros y reflexiones para un trabajo en colectivo.

Con la celebración de la Filven, de los 35 años del Museo Narváez, también celebramos el Día del Escritor. Lo hicimos hablando de nuestro gran poeta Gustavo Pereira, Premio Nacional de Literatura, y de un libro construido en una comunidad, desde los saberes de sus habitantes, desde las luchas de un pueblo que jamás se ha rendido ante el poder de la burguesía y sus secuaces: Campomar.

Para quienes les gusta abordar los eventos desde la perspectiva de los números, la Filven también fue un éxito. Las ventas de la Librería del Sur, tanto la ubicada en la plaza Bolívar, en medio de aquel hervidero de gente que compró libros por montones, como la que estuvo en el Museo Narváez, también muy visitada, fueron muy superiores al año pasado, pese a que los días de venta fueron menos y los precios iguales.
Bien por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura y su equipo en Nueva Esparta.