La población de Boca del Río disfrutó la noche
del jueves nueve de mayo de una gran celebración en honor a la Cruz de los
Marinos. Un gran festival de galerón en la que niños, niñas y adultos
ofrecieron sus mejores décimas para honrar al madero.
Para la
realización de este evento, el cual fue realizado en la calle La Marina de la
referida población, trabajaron en conjunto el Ministerio del Poder Popular para
la Cultura en el estado Nueva Esparta y la Dirección de Cultura de la Alcaldía
del municipio Península de Macanao .
Guiados
por el reconocido músico oriundo de la misma población, José “Pipiolo” Marín,
los niños Osbelis Hernández “La Guacamaya”, Jesús Torrens “El Capullito”, Elián
Hernández “El Cascabelito”, Dayan Pino “La Pollita blanca”, María Victoria Salazar
“La Corocora”, Leandro Valerio “El perico australiano”, Héctor Vásquez “El
Turpial”, Jorgianis Marcano “La Orquídea” y Damelis Narváez “La Paloma” dieron
inicio a la actividad con voces ávidas de idiosincrasia margariteña y donde el
aire fresco de esta noche también inspiró en ellos algunos versos en las dos
tandas llevadas a cabo.
Mensajes a
favor de la paz
Finalizada
la presentación infantil, subieron a la tarima grandes exponentes del galerón
insular como José Ramón Villarroel “El hijo del Huracán”, Lino Rodríguez “El
Gavilán de Tubores”, Jesús Narváez “El sobrino del poeta”, José Feliz Ribas “El
maestro cantor”, José Ágreda “El vengador”, Luis Bello “El Chamán negro” y
Ernesto Da Silva “El Ciclón de Margarita”.
Las
décimas estuvieron signadas por el homenaje a la Cruz de mayo. Sin embargo,
fueron muchos los temas tocados entre mensajes a favor de la paz y en contra de
las llamadas “guarimbas” que actualmente han fomentado hechos violentos en
nuestro país. La Península de Macanao también fue distinguida entre los versos
de estos cantores.
En la
décima de picón Luis Bello “El Chamán Negro” fue el más nombrado por su larga
barba y peculiar manera de presentarse ante el público en cada galerón. Este al
despedirse, siendo el último en declamar en cada tanda se despidió de la
población macanagüera prometiendo regresar para regalar más versos
improvisados.
María
Eugenia Guerra / MinCultura Nueva Esparta
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