Tiene
20 años en La Redoma
de Los Robles, municipio Maneiro, “El margariteño” es una escultura realizada
por el artista plástico margariteño Franklin Reyes que se ha convertido en un
emblema del sitio.
Representa
un pescador margariteño. Es un hombre corpulento, con el típico pantalón y sin
camisa. Pero que lleva en una mano el pescado y en la otra la red. Tiene un
sombrero típico de cogollo, aunque hoy en día los pescadores usan más la gorra.
Ésta pieza es de piedra artificial lo que implica que si algún día se pensaba
en moverla debía hacerse con sumo cuidado porque al ser de este material se
puede romper fácilmente.
El
traslado
A
partir del inicio de la construcción de un distribuidor en el lugar donde había
estado ubicado “El margariteño” desde hace veinte años se decidió reubicar la
escultura y para ello fue contactado su realizador quien se encontraba en el
estado Monagas, debido a que desde hace años atrás Reyes está residenciado en
esa entidad.
El
escultor estuvo en la Isla
aproximadamente 15 días planificando el traslado junto a los encargados de la construcción
y contando en todo momento con el apoyo, en cuanto a la preservación de la
obra, de la Plataforma
de Patrimonio Cultural del Ministerio del Poder Popular para la Cultura en el estado Nueva
Esparta.
Estuvieron
una semana en el sitio pensando cómo despegarla inicialmente. Planificaron moverla
con la ayuda de una grúa que la pudiera alzar y trasladarla, debido a que no
podían cargar la figura completa, por estar en una base de concreto muy duro. Reyes
aseguró recordar que esa plataforma no era completamente maciza. Al principio pidió
que picaran 20
centímetros de dicha base y trasladarla así. Al realizar
eso, no se logró porque el peso era mucho más grande de lo que él rememoraba.
Regreso
seguro
Reyes
tomó la decisión de romper un poco las bases que como escultor hizo. Se
rompieron varios puntos en específico para sacar a la luz unas cabillas
especiales que había colocado y así se pudo despegar sin ningún problema,
quedando intacta la escultura.
El
artista plástico siempre estuvo supervisando la operación. Y finalmente, a
petición suya fue trasladada a la casa de uno de sus familiares. Con la
condición de que al terminar la construcción regrese a su lugar, para que todas
las personas que transiten por allí puedan seguir admirándola y “El margariteño”
siga sumando años a su historia en Los Robles.
María
Eugenia Guerra / MinCultura Nueva Esparta
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